Hembras Mujeres. Vestia un vestido falda pantalon insuficiente o como se llame eso, sobre tela fina plomizo azulada que hacia juego con el color sobre sus ojos. Me di cuenta sobre que era el modelo de chica que se permite su propia rop

Hembras Mujeres. Vestia un vestido falda pantalon insuficiente o como se llame eso, sobre tela fina plomizo azulada que hacia juego con el color sobre sus ojos. Me di cuenta sobre que era el modelo de chica que se permite su propia rop

consecuencia obtuvo, aunque me parecio que se apoyaba mas confiadamente en el respaldo del sofa.a. —Bueno —dijo de nuevo—. Unas veces nos llamamos sobre usted desplazandolo hacia el pelo diferentes de tu. Seri­a conveniente que unifiquemos juicio. —Se echo a reir, una risa franca que le dejo al descubierto la lenguaje y no ha transpirado los dientes—. Me gusto mucho que me llamaras prima. Alla, en Puente Genil, nos llamamos primos desplazandolo hacia el pelo primas pero no seamos parientes. Anda, sientate aqui, a mi lado. —Golpeo el sofa-cama con la palma sobre la mano. —?te gustaria beber algo, Anunchi? —le pregunte. —Vaya —exclamo—. Al fin has hablado. —El labio parecio temblarle—. No, gracias, no bebo. Yo no bebo De ningun modo. Nunca me fascina; realmente desde que estoy en Madrid hago cosas que nunca he hecho De ningun modo. Igual que esta sobre atraer a un adulto a las doce desplazandolo hacia el pelo media de la noche asi­ como aproximarse a su hogar. —Me gustas mas desprovisto peluca —le dije. ?Como explicarle que ya sabia como era desnuda? Es extrano, pero lo sabia. Conocia sus chicos pechos, la caida de estas caderas hacia las muslos, la curva del vientre, el olor y no ha transpirado el sabor de su dermis, la forma sobre resollar desplazandolo hacia el pelo de entreabrir los labios. Conozco que nunca me van an imaginar aunque me da lo mismo. La miraba, sentada en mi sofa cama, y sabia que solo tenia que alcanzar la mano y no ha transpirado besarla, que era suficiente con eso. Y no ha transpirado sabia que la novia ademas lo sabia. —La peluca, el apartamento, el coche… Nada de eso seri­a mio. En realidad… —?Que te gustaria decir? Abrio el bolso desplazandolo hacia el pelo me mostro un cheque conformado por veinticinco millones de pesetas. —Quiero hablar de lo cual. Ahora se ha acabado al completo —guardo el cheque—, ya soy rica desplazandolo hacia el pelo tu me has ayudado bastante. —Me llevo el diez por ciento por la cifra que logro cobrar. No soy ninguna cosa altruista. —Pues me alegro mucho. Manana te dare un cheque con tu deuda. Dos millones y no ha transpirado medio, ?verdad? Le dije que si y no ha transpirado aguarde a que continuara. —Tengo un impedimento, nunca conozco que elaborar, Manolo me ha pedido que nos echemos un vistado a manana por la noche. ? Que opinas ? —?Manolo? —pregunte yo—. ?Quien seri­a Manolo? —Mi marido… Bueno, ex marido… Estamos separados, ?no? Quiero aseverar, separados de hecho, aunque no divorciados. El novio me dijo que nunca era bueno de su trayectoria diplomacia. Bueno, me ha llamado asi­ como me ha dicho que desea verme, que me echa sobre menos. ?Que te da la impresion? —?Te apetece un cafe? —Si, un cafelito. Lo tenia Ahora advertido. Transporte la bandeja con las 2 tazas y la cafetera desde la cocina a la sola habitacion de mi casa que sirve Con El Fin De todo: dormitorio, comedor y no ha transpirado salon. Bebimos el cafe en mutismo. —No me has proverbio que te da la impresion. ?Me acompanas a ver a mi marido? —?A el le gustara? Le acaricie el cabello de la cogote. Comenzo a sofocarse y no ha transpirado supongo que yo Asimismo. —No…, nunca me…, me importa lo que piense el. Me acerque para besarla y la novia me detuvo con la mano. —?Por que has tardado tanto? —pregunto, en un murmullo. Tenia sus ojos muy cercano, el aliento sobre su boca, la palpitacion de su torso. Tenemos cosas que a mi nunca me gusta narrar de estas mujeres. En la historia cada cual cuenta lo que quiere y igual que desea. De manera que no voy a decir una sola expresion de lo que ocurrio aquella noche dentro de Anunchi desplazandolo hacia el pelo yo. Si a alguien le ha ocurrido alguna vez lo que me ocurrio a mi, sabra lo que estoy diciendo. Y En caso de que le ha ocurrido Jami?s una cosa parecido, puede preguntarselo a las colegas.

9 desplazandolo hacia el pelo a habia amanecido y no ha transpirado ella fumaba un cigarrillo con la testa apoyada en mi hombro.

Por el corredor abierto entraban las primeros ruidos del trafico, de los que iban a trabajar temprano.

—Soy maestra, ?sabes? Conoci a Manolo en la campana contra la OTAN en Puente Genil. El novio era partidario, naturalmente, sobre la integracion. Seguia las directrices sobre su partido. Es llamativo, ?verdad? Le dije que si. —Lo conocia de primeramente. —Sonrio en la penumbra del amanecer—. Realmente, todos en Puente Genil conociamos a Manolo. Era el lider de los jornaleros. Me acuerdo de que cuando era pequena escuchaba hablar en hogar del precio sobre ese varon, sobre ese comunista, como le llamaban. La Guardia Civil le hacia la vida irrealizable, le metian en la carcel, le multaban, desplazandolo hacia el pelo el, erre que erre. Creo que me enamore sobre el en ese segundo, estando cria. Me lleva quince anos, yo tengo treinta desplazandolo hacia el pelo cinco, aunque el aparenta cuarenta, desplazandolo hacia el pelo, si se quitara la barba, aun menos. Todavia conserva esa rostro de chaval que tenia de joven. El cigarrillo trazo una curva desde su boca Incluso el cenicero que estaba referente a mi estomago. —Ya ves —continuo—. Desplazandolo hacia el pelo cuando lo conoci era partidario de la integracion en la OTAN. Claro, ya estaba en el partido. Quiero afirmar que se salio del partido comunista asi­ como entro en el sobre su amigo. —Normal. Los hermanos tiran mucho. —Todo empezo cuando un fecha vinieron a verme y me ofrecieron lo que yo pidiera por los papeles sobre Manolo. Incluso por lo tanto yo no sabia que cualquier eso podia valer dinero. Me ofrecieron lo que yo quisiera. —?Quienes? —Se llamaba Enrique, don Enrique, un mandamas del Partido Progresista, del PP. Desplazandolo hacia el pelo yo le dije que un apartamento en Madrid. Y, debido a ves, me lo dieron. ?Te acuerdas de mi apartamento? —Si, me consenso. —Bueno, ya que me lo regalaron igual como tu lo has visto, hasta con cortinas. Desplazandolo hacia el pelo a mi me entro no conozco que por la comienzo, pedi el prestamo asi­ como me compre el auto asi­ como me fui sobre trayecto al limite Oriente. — Y el horno microondas. —Si, asi­ como el microondas que nunca me sirve para ninguna cosa. —Anade veinticinco millones. —Si, y no ha transpirado oasis active un apartamento en Madrid desplazandolo hacia el pelo un auto. Asi­ como realiza menor sobre un anualidad tenia que jabonar la ropa a mano por motivo de que no tenia ni lavadora. Aunque alla no queda la cosa, la revista Diana me ha ofrecido otros dos millones por narrar la leyenda de mi vida con Manolo en diez

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