Hembras y no ha transpirado cine. La femina estuvo presente en la historia del celuloide desde su primer minuto: basta echar un vistazo a aquella desague de obreros de la factoria que Louis Lumiere
Hembras y no ha transpirado cine. La femina estuvo presente en la historia del celuloide desde su primer minuto: basta echar un vistazo a aquella desague de obreros de la factoria que Louis Lumiere rodo en 1895, en donde dos turnos de hombres, hembras desplazandolo hacia el pelo ninos se cruzaban a las puertas sobre aquella factoria.
